Iniciamos esta sección con el tema: Compararme con los demás.
Algo que todos, (creo yo que nadie se escapa) hacemos de forma cotidiana, quizás con mayor o menor intensidad según el aspecto de nuestras vidas que comparemos.
La acción de compararnos con otros, es un hábito que adquirimos hace miles de años atrás, en la evolución, cuando los primeros hombres comenzaron a convivir en grupos, donde los "machos" salían a cazar y a conquistar nuevos territorios, en la organización del grupo, fueron estableciéndose jerarquías, de acuerdo a sus habilidades para conseguir alimento y conseguir y mantener a la hembra a su lado mediante el sexo. A medida que el hombre fue evolucionando, esta función primitiva que en su momento jugó un papel importante en la supervivencia, se ha convertido en la actualidad en un hábito que si se vuelve desproporcionado, puede ser muy dañino para una persona.
Cuando nos comparamos con los demás, la desvalorización en nosotros va creciendo, y si lo comparamos con un vaso en el que va cayendo una gota de agua y luego otra y otra, puede llegar a derramarse. Al principio quizás nos hace sentir rabia o tristeza, o nos hace creer que somos "menos" que otros.. Lo interesante viene cuando comienzas a darte cuenta de esos "juicios", cuando tomas consciencia de que lo estás haciendo!! Es como ser una computadora y ver que un virus entra y comienza hacer de las suyas sin que tu puedas detenerlo en un principio y el antivirus no responda! La sensación puede ser terrible. Y ahí es donde viene lo bueno, cuando te pillas comparándote con los demás y escuchas a tu Ego hablándote tal cantidad de tonterías (por que en el fondo sabemos que son tonterías), de cómo "el otro" hizo esto o aquello y tu no, esa comparación, viene acompañada con sensaciones en tu cuerpo.. Qué sientes cuando te comparas con los demás? Quizás ese monologo de tu Ego, te hace darte cuenta que a lo mejor no hiciste todo lo que podías haber hecho, y comienza a sacar una lista de todo lo que no haces bien y bueno, el pergamino se hace interminable, o sólo con dos o tres cosas pero que te hacen sentir bien mal.
Este juicio que comienzas contra ti mismo, es un juicio en que siempre Pierdes, no importa lo que hagas, pierdes, pues comparas lo que tu crees que es mejor en otro con lo que tu crees que es peor en ti. Digamos que no es un juego limpio pues siempre vas a perder y quizás hasta comiences a comportarte de forma antipática con esa persona por el simple hecho de tu propio juicio imaginario.
Hablando desde mi experiencia, luego de este ultimo par de años, en el que mi vida ha cambiado por completo, he continuado con mis estudios sobre la espiritualidad y todo este tema cuántico. La cuestión es que cuando inicias este camino de auto-conocimiento no hay vuelta atrás, cuando giras tu atención hacia tu interior, ya no puedes voltear ese faro. Y es maravilloso claro, sin embargo cuando te toca transitar esos caminos oscuros en tu interior, quieres regresar y no seguir por ahí, pero ya no puedes. Y que hago entonces? se preguntaran. Pues yo cuando me doy cuenta que he comenzado andar por esos caminos que me llevaran a mi mente subconsciente a encontrarme con alguna creencia toxica, respiro profundo, me río y trato de relajar mi cuerpo (mis hombros enseguida se tensan). Miro de frente a mi EGO y lo escucho atentamente, a ver que me quiere decir. Soy consciente que ese discurso ya lo he escuchado anteriormente con otro disfraz, con otra temática, pero es el mismo. Una vez que lo veo de frente y lo escucho, busco dentro mi mente las enseñanzas del Libro Un Curso de Milagros, y siento alivio. Ese libro es extraordinario, pues desde mi sentir, es el recorrido por tus zonas oscuras pero tomado de la mano del Amor Incondicional y Puro que jamás hemos sentido de un ser humano. A mi mente también viene una frase que me enseñó una tía mía hace mucho tiempo atrás que dice: No compito, no convenzo, no complazco. Voy viendo desde fuera mis creencias toxicas que están ahí para mostrarme algo que debo ver desde otro punto de vista. También voy viendo como se manifiestan programas inconscientes heredados y aprendidos de mis padres, y me digo a mi misma que puedo volver a ELEGIR. Poco a poco voy tomando consciencia que no es necesario compararme con nadie y que pase lo que pase, mi valía personal no depende ni de eso ni de nada más, pues SOY más que el conjunto de circunstancias. SOY espíritu, no soy personalidad.
Esa frase: Siempre puedo volver a elegir, me encanta. Me hace sentir paz calma y tranquilidad, casi casi como un café en un día frío. Pero es aun mejor!
Hasta aquí esta primera entrada de la Sección: EXPLORANDO NUESTRA OSCURIDAD.
Nos leemos pronto!!
Dilcia Martínez.
Si deseas que te acompañe en tu camino de transformación personal, usando la Ley De Atracción o Bioneuroemoción, contactame a través de mi pagina de facebook:
https://www.facebook.com/CoachDilciaMartinez/
No hay comentarios:
Publicar un comentario